miércoles, 1 de julio de 2009

BIBLIOGRAFIA

http://www.wordreference.com/
http://buscon.rae.es

http://www.elcastellano.org/

ALCINA FRANCH, J. Arte y Antropología. Edit. Madrid, 1998, pág. 61

CORRAZE,J. La homosexualidad. Publicaciones Cruz. 1997

ELIADE MIRCEA. Mito y Realidad. Edit. CL. 1991

GODHILL, S. Mitología, Guía ilustrada de los mitos del mundo. Edit. Debate.

GEERTZ CLIFFORD, Conocimiento Local, Edit. Paídos, Barcelona 1983.

HUGUES D`HANCARVILLE, P.F., Antiquités, Vol. II pl. 32.

LIZARRAGA CRUCHAGA, X. Una historia sociocultural de la homosexualidad. Edit. Paidós. 2003

SASLOW, J. Ganimedes en el Renacimiento, La homosexualidad en el arte y en la sociedad. 1986. Edit. Nerea.

Conclusiones y Reflexiones




En palabras de Clifford Geertz “una teoría del arte es al mismo tiempo una teoría de la cultura” donde “los signos y símbolos son vehículos de significado, que desempeñan un importante papel en la vida de una sociedad, o en alguna parte de una sociedad, y eso es lo que , de hecho, le otorga validez”

A través de está investigación bibliográfica mediante los registros históricos y las creaciones artísticas de los griegos, queda de forma fehaciente la comprobación de la manifestación de la homosexualidad en la cultura griega. La realidad que vivía el pueblo griego, no era solo una realidad, sino diversas. Durante mucho tiempo, algunos historiadores y especialistas han querido evadir la presencia que se dio en Grecia, con respecto a las tendencias y prácticas gay, sin embargo, esta situación muestra una desfragmentación de la realidad total y un desmembramiento de las distintas formas y estilos de vida en Grecia.

Con apoyo en el arte y la mitología de la Grecia Antigua, quedan demostrados los actos sexuales entre personas del mismo sexo, en este caso, solo hice referencia al sexo masculino, pero también hay evidencia de los actos entre mujeres.

Es pues el arte y la cultura expresada a través de la mitología, una forma de comprender simbólicamente el discurso de una sociedad, demostrando no solo la cosmovisión del origen del hombre y del universo en lo que respecta a la mitología, sino que también nos habla de la aprobación y aversión hacia distintas actitudes de un individuo en una sociedad determinada. A través del mito de Zeus y Ganimedes, se evidencia que incluso la más alta deidad de la teogonía de los griegos, se relacionó con alguien del mismo sexo, presentando actos homosexuales, lo que justificaba la actitud del éromene y el éraste, o sea las prácticas de pederastia. Dichas prácticas se vincularon en la materialización de esas ideas de forma simbólica en el arte, de lo cual surgen los motivos de actos homosexuales tanto en vasijas como en figuras escultóricas, recordando la escultura de Zeus y Ganimedes.

A mi parecer, la necesidad que se tiene de simbolizar a través del arte, la apropiación y aprobación de la cultura en que se desarrolla un individuo, o bien la indiferencia y rechazo de la misma, queda expresada a través del arte. De manera que la cultura, el arte y el discurso simbólico con respecto a los rasgos de la cultura, no se pueden disociar, pues quedan intrínsecamente dentro de la sociedad, y materializan sus pensamientos, ideologías y cosmovisión mediante las creaciones escultóricas, pictóricas, etcétera, representando el contexto histórico en que los artistas se desarrollan, pues muchas obras monumentales no expresan una cuestión personal, sino que expresan la visión de la sociedad en general, o mínimo la adaptación y aceptación de la forma de vida de esa sociedad en la que estuvieron inmersos, como en las obras monumentales de pirámides egipcias y mesoamericanas.

Es necesario no dejar de lado la importancia de las significaciones y lo simbólico en una cultura determinada, pues la forma en que se relaciona con las expresiones artísticas es directa e indisociable, ya que muestran de forma esencial lo que determinada sociedad, en determinado contexto histórico expresa en referencia a sí misma, en una especie de introspección, que permite conocer de forma más profunda sus particularidades en todas las áreas.

Interacción entre mito, arte y cultura de la homosexualidad en Grecia

Para lograr profundizar en el conocimiento de la homosexualidad manifestada en el mito de Ganimedes y reforzando las referencias acerca de los actos homosexuales en Grecia, podemos valernos de los recursos que nos proporciona el arte, logrando de esta manera relacionar como los griegos manifestaban simbólicamente a través de éste, su pensamiento con respecto a esta tendencia sexual, sin dejar de lado la importancia de lo simbólico manifestada tanto en la mitología y el arte, ya que el discurso simbólico, según la visión de Clifford Geertz, el arte materializa un modo de experiencia y subraya una actitud particular ante el mundo de objetos, donde los signos o elementos sígnicos, componen un sistema semiótico que se denomina estético, el cual se halla conectado ideacionalmente con la sociedad en que se encuentran. De manera que los símbolos y signos en este caso del arte griego, expresan las ideas, creencias, y en sí la visión que esta sociedad tenía en su forma de concebir el mundo. Por lo tanto los griegos debieron materializar sus ideologías y creencias a través de su obra artística, lo que orilla a retomar su arte como una prueba de sus prácticas culturales, y por obvias razones evocando su mitología.

Con respecto a la tendencia homosexual, existe una ilustración acerca de una vasija griega de la típica cerámica bicolor, donde los personajes aparecen en color arcilla sobre un fondo negro, en la cual se distinguen dos jóvenes, uno sentado sobre una silla que se encuentra en una posición relajada presentando una erección. Frente al joven, aparece otro efebo de apariencia más delicada y de edad menor, levantando la pierna izquierda, apoyándose sobre la derecha con la actitud de sentarse sobre él, dejando a la vista del observador sus genitales. La imagen esta compuesta por otros dos personajes que son un hombre y una mujer mayores que están a la expectativa del acto, como si estuvieran esperando la consumación del mismo .

La escena de la pieza mencionada muestra el acto del preámbulo de la penetración de uno de los jóvenes hacia el otro, el contenido sexual es explícito, razón por la que se puede comprobar que la homosexualidad en la Grecia Antigua era parte de la cotidianeidad de la cultura.



HUGUES D`HANCARVILLE, P.F., Antiquités, Vol. II pl. 32. Erastes scene from the cabinet Sr. William Hamilton, la pieza original se encuentra en el British Museum, en Londres con el nombre de Two young lovers. A man and woman spectate (dos jóvenes amantes y un hombre y mujer de espectadores).



Para fundamentar la posición del arte como una referencia importante Alcina Franch afirma que:

“las artes, en cualquier tiempo o lugar, en cuanto reflejan valores culturales, desarrollan lo que podría ser llamado la imagen valorativa que la cultura tiene de sí misma. Esta imagen puede llegar a ser objetivada, de manera que represente un reforzamiento simbólico de los valores que refleja” (Alcina Franch J, 1998; 61).

Apoyando esta teoría simbólica del arte, se puede relacionar de cómo el pueblo griego veía con ojos aprobatorios las prácticas homosexuales, pues incluso en la figura, la contemplación del acto por parte de los dos personajes (el hombre y la mujer que están de espectadores), miran con naturalidad, sin manifestación de represalias, gestos de aberración o abominación hacia el acto homosexual.
Con respecto al mito de Zeus y Ganimedes, existe una figura de terracota fechada del 450 a. C., de un tejado de Olimpia, que representa a Zeus llevando al joven .

Con respecto a Ganimedes, Saslow explica que:

“el rapto y el celestial servicio del hermoso joven representan el compendio de cuatro emociones vinculadas entre sí: el rapto del espíritu o intelecto humano puro en presencia de la divinidad, la fuerza edificante de un amor terrenal casto, y tanto el deleite como la desaprobación asociados con la pasión sexual, particularmente en su forma homosexual” (Saslow J, 1986; 14).

Las palabras de Saslow nos expresan la forma valorativa y simbólica del mito de Ganimedes, incluso más allá de la justificación de la aprobación de la homosexualidad en Grecia, pues como antes ya se ha mencionado, no se puede inclinar por una teoría reduccionista, cuando en la cultura, en este caso el mito de Ganimedes, y el arte muestran la homosexualidad como parte de esa cosmovisión que los griegos tenían del mundo.

El mito de Zeus y Ganimedes

“No todas las parejas de Zeus eran mujeres: también se acostó con Ganimedes, hijo de Tros, rey de Troya, y célebre por su belleza, Zeus quedó fascinado por el joven y decidió raptarlo, para lo cual envió un águila que recogió a Ganimedes de la llanura troyana y lo llevó al monte Olimpo, donde ocupó el cargo de copero de los dioses. Según otra versión del mito, Zeus se transforma en águila y apresa a Ganimedes”(Gondhill S, 1993; 133).


Cabe señalar que dicho mito, fue utilizado como fuente de inspiración en una basta cantidad de veces por artistas de renombre, entre ellos se encuentran Rafael, Cellini, Miguel Angel, Rembrandt, entre muchos más, aunque las representaciones fueron deformadas en el transcurso del tiempo cambiando a Ganimedes de su estado jovial al pueril, especialmente para evitar las represalias por parte de la Iglesia Católica, por lo que hoy en día muchos pueden tener la idea de Ganimedes como de un niño en lugar de un joven efebo de hermoso parecer, pues incluso dentro del pensamiento cristiano lo retoman, pero como un símbolo de libertad del alma del creyente, elevándose hacia lo sublime y eterno, representación del águila y Zeus, es necesario recordar que dentro del cristianismo el águila es un símbolo muy utilizado y narrado, pues forma parte importante de la iconografía relacionada a la libertad, a los querubines, la visión y el rejuvenecimiento.



Pero la realidad griega expresa el mito de Zeus y Ganimedes en otra dimensión muy divergente al pensamiento cristiano ya que “en varias de las obras de Eurípides, Ganimedes es francamente identificado como el compañero de cama o juguete de Júpiter generalmente en un contexto escabroso o satírico…”(Saslow J, 1986; 16), Eurípides nos ofrece la realidad original del mito de Ganimedes, dudando del sentido cristiano que le dieron en el Renacimiento Italiano, pues incluso muchos de estos artistas que pintaron con referencia a este mito, han sido considerados homosexuales.

Mitología y homosexualidad en Grecia


Ciertamente, la mitología griega es conocida en todo el mundo, pues sus personajes han sido utilizados y reutilizados infinidad de veces no sólo durante su contexto histórico de origen, sino como arquetipos psicológicos, histriónicos, artísticos, simbólicos, figurativos, etcétera, como en el Renacimiento Italiano, ni que mencionar a la infinidad de artistas que han trabajado a partir de los cánones griegos de belleza, retomando a las figuras mitológicas de la Grecia Antigua. En una infinidad de campos, la mitología griega ha trascendido hasta nuestros días.

Es pues la mitología de Grecia un legado de los antiguos griegos, pero que no son sólo relatos fantásticos para niños, o cuentos populares de un pueblo, sino que su peso y fuerza radican en la significación que los griegos le otorgaban a los mitos.
B. Malinowski nos explica con respecto a la importancia del mito que:

“el mito no es una explicación destinada a satisfacer una curiosidad científica, sino un relato que hace revivir una realidad original y que responde a una necesidad religiosa, a aspiraciones morales, a coacciones e imperativos de orden social, e incluso a exigencias prácticas. En las civilizaciones primitivas el mito desempeña una función indispensable: expresa, realza y codifica las creencias; salvaguarda los principios morales y los impone: garantiza la eficiencia de las ceremonias rituales y ofrece reglas prácticas para el uso del hombre” (Eliade M, 1991; 26-27)

Fundamentando la importancia del mito en la sociedad griega a través del pensamiento de Malinowski, podemos afirmar que a través del mito se puede conocer de manera más profunda la cultura de una sociedad determinada, en este caso los griegos. Uno de los mitos que habla con respecto a las tendencias homosexuales es con respecto al principal de los dioses, en referencia a Zeus, considerado como el líder y rey de los dioses del Olimpo. Zeus es famoso por ser un polígamo de muy amplio criterio y gustos, una de las tantas parejas que según la mitología Zeus tuvo, fue Ganimedes.

La historia cultural de la homosexualidad en Grecia





La homosexualidad ha estado presente en diferentes culturas y diversos momentos históricos, siendo un factor importante de la historia no solamente de la sexualidad humana, sino de la historia en sí. Corraze una vez más nos habla de esta situación: “La presencia de la homosexualidad ha sido comprobada en una multitud de culturas a grado tal que la existencia de relaciones sexuales entre hombres, o entre mujeres, deber ser considerado un hecho antropológico”.

Uno de los actos homosexuales que llama la atención en la cultura griega es la presencia de pederastia. “La pederastia institucional cobró en la Grecia antigua tal importancia que sirvió de modelo ideal y de estimulante a generaciones homosexuales” (Corraze J, 1997; 22). A través de las investigaciones de Corraze podemos corroborar que fueron las prácticas gays un hecho histórico y cultural en Grecia.

Corraze en su libro de la homosexualidad apunta algunas características con respecto a estos actos en la Grecia Antigua. Primero hace referencia a Meier señalando que: “en la historia de Atenas no hay hombre que no se reporte que haya sido amante o haya amado uno a otro” (Corraze J, 1997; 22). Explica por otro lado las características que respondían al acto de pederastia entre los griegos; había un término establecido para el amado, éromene, y otro para el amante, éraste, ligados por el papel desarrollado entre alumno y maestro, donde el maestro cortejaba para probar su amor real y profundo hacia el alumno. El amado era un adolescente recién llegado a la pubertad, y al salir el primer vello en el rostro (barba) se ponía fin a la relación. Una característica del hombre mayor era que no sobrepasara los cuarenta años, ya que según Corraze, las relaciones entre homosexuales adultos eran inconcebibles y los afeminados eran objeto de discriminación a través de burlas y desprecios. Es necesario saber que el cometer pederastia como un acto meramente sexual, se consideraba una deshonra hacia el efebo, donde cualquier tipo de ultraje o violencia era castigado, incluso con la muerte.

La justificación al acto de pederastia, según este investigador, dice que eran actos rituales que venían desde los principios de Grecia, en la civilización cretense, donde incluían actos como el robo del amante, por parte del amado, con aprobación de los padres y amigos de los padres, festividades, intercambio de regalos, sacrificios de toros. Sin embargo simbólicamente afirma que pudo responder a un rito de iniciación de una etapa de cambio, la cual iba de la adolescencia a la madurez y a una integración a la comunidad viril. Agregando que se transmitía la fuerza masculina del poderoso guerrero al efebo, y tener una preparación posterior, estando listos para recibir educación militar y cívica.

Por otro lado Lizarraga apunta que la actitud misógina que poseían los griegos, y el no otorgar a la mujer un papel importante dentro de la sociedad, iba de la mano con el desprecio hacia lo andrógino, sobrevalorando la virilidad y el comportamiento masculino. Otra situación homosexual era la prostitución, la cual dilucidaba como un acto vil, pues la entrega sexual sólo era justificada cuando se amaba a jóvenes bien formados, de buenos modales, lo que se relacionaba con almas grandes y sensibles.

Según Corraze, la homosexualidad llegó a convertirse en una condición que promovía la heterosexualidad, sólo como un acto reproductivo. Con respecto a esta indiferencia hacia la heterosexualidad, se puede señalar lo que Hesíodo declaraba con actitud misógina, pues adjudicaba a la mujer, la personalidad de Pandora, considerando al sexo femenino, como raíz de los males y perdición de los hombres.

La historia de Grecia como parte de la historia de la homosexualidad, cabe aclarar lo que Xabier Lizarraga afirma, y concuerda con mi perspectiva: “hablar de Grecia no es hablar de Atenas ni de un reducido período o sector de su cultura, sino de algo mucho más amplio. Unos cuantos fragmentos no son ni Grecia ni su cultura (aunque pudieran reflejarla), como tampoco esta se reduce a templos, túnicas, las Olimpiadas, y unas cuantas batallas tomadas como tema para poemas, tragedias y comedias” (Lizarraga Cruchaga, 2003; 36), esto es importante aclararlo, pues no podemos generalizar la homosexualidad en absolutamente todos los hombres de Grecia.
Un aspecto importante, para no caer en el error de una falacia, retomare un comentario de Lizarraga :

“Grecia, sin lugar a dudas, era un ámbito de vida en el que la homosexualidad se reconocía como una forma de expresarse, pero no únicamente en términos eróticos, por lo que se dieron formas institucionalizadas tanto de homosexualidad, como de heterosexualidad” (Lizarraga Cruchaga, 2003; 36).

Lizarraga agrega que es ilógico pensar que la homosexualidad se ejerciera libremente de forma generalizada y sin restricciones, debido al contexto democrático en que estaba inmersa, pues el sistema de gobierno griego no permitía a la población completa, los mismos derechos, obligaciones y libertades para todos. Es necesario recordar que Grecia se desarrollo en un modo productivo esclavista, aunado a que los hombres que practicaban la homosexualidad pertenecían a clases privilegiadas. Parte de esas leyes, consistía en la prohibición que Solón estableció, pues consideraba un delito, las relaciones entre un esclavo y un joven libre. Lizarraga señala que existió un mercado de jóvenes esclavos para la satisfacción sexual de hombres libres adultos, ya que existía una demanda de éstos.

¿A quién se atañe el término homosexual?


El término homosexual que retomaré para esta investigación es el que afirma Jacques Corraze, quien retoma los estudios acerca de la homosexualidad de Kinsey y agrega parte de su perspectiva; “un homosexual es un individuo que ha tenido contactos que lo han llevado al orgasmo con los miembros de su propio sexo. A esto habría de añadir una restricción de frecuencia y madurez y considerar como homosexual a cualquiera persona que se entrega de manera repetida, después de los 18 años, a relaciones orgásmicas con individuos de su mismo sexo” (Corraze J., 1997; 7)